El camino por el que transita nuestra vida es una aproximación de la revelación de nuestras creencias y las limitaciones impuestas por el modelo de nuestros programas.
Estos programas se encuentran en lo más profundo de nuestro ser, arraigados en nuestra epigenética, que es la forma de expresión de nuestra transgeneracionalidad, nuestro Proyecto Sentido, que abarca la etapa que comienza 9 meses antes de nuestra concepción y hasta los 3 años y nuestra edad cronológica.
En estas 3 esferas está la información, que condiciona con nuestra percepción de la realidad en la que vivimos, nuestra respuesta a lo que nos acontece a través de nuestras creencias.
En esta secuencia, hay truco. Me refiero a la tentación de, que la resultante de la interpretación que realizamos de lo que “nos toca” vivir, nuestro consciente nos envía a la dualidad. En este territorio se ensambla toda una construcción donde el afuera cobra verdadera importancia y comienza una sucesión de acontecimientos en donde somos sujetos-esclavos de nuestros propios paradigmas. Nuestra percepción fabrica “verdades” a nuestra medida con una velocidad propia de las sinapsis.
Así encontramos rápidamente explicación para absolutamente todo, aún para lo que no nos es conocido y sorprendentemente elaboramos juicios y sentencias a la espera que el universo se alinee con nuestra particular manera de entender los procesos. En esta dualidad, las cosas nos suceden y habitamos desde el ego a la espera que sucedan acontecimientos fuera para mantener el equilibrio deseado. Así desde este enfoque, desplazamos a la concreción de metas de terceros nuestros propios objetivos. En este espacio, por ejemplo, se está en paz cuando: mi pareja hace o deja de hacer tal o cual cosa…. mi jefe no me riñe o exige tal cosa…. Mis compañeros no me celan o me envidian….. mis hijos funcionan de tal o cual manera en el colegio, su vida etc…. Mi vecino no hace cagar su perro en mi jardín; y podría hacer una lista más extensa, en donde con rapidez podríamos observar que para encontrarnos en armonía algo o alguien debe realizar tareas para ello…..
Es que no puede sustentarse un vivir de este modo!!!
Como puedo entregar a otras personas la tarea que me es propia?
Cuánto y cómo debe suceder en el afuera para mi paz?
ESTA ES LA DUALIDAD, la que en su espacio nos entrega a la categorización y escalas en un espacio mezquino donde habitan las creencias, redes formadas por nuestros juicios, propios e importados de otros que nos llevan a ese engañoso paradigma donde no se puede o se puede dependiendo siempre de circunstancias… cuando para nuestras emociones no existe nada de esto y desde la unidad solo habita el efecto.
Una mente holística se desarrolla en acción, pura, sin otra cosa que la impulse más que el sincero atrapamiento de la emoción. Cuando se está en unidad no existe el por qué, los sucesos son a través nuestro, permitiéndonos ser parte de ese todo que contiene a cada uno.
Nuestra visión del mundo es una proyección y creemos que lo que observamos está separado de nosotros, en el mundo holístico también proyectamos solo que el feedback es para demostrarnos nuestro estado.
Así nos encontramos pensando en el mañana, llenando nuestras agendas de innumerables citas…. Todo para hacer, poco para SER.
En la unidad habita la respuesta, la coherencia. Cuando estamos en coherencia podemos DAR.
Hagamos el ejercicio de pertenecernos, sin escuchas externas, desde nuestra voz interior y llevemos al acto el principio de todo.
Uno es todo y todo es uno
Miguel Paggi